Los niñ@s saben que durante el día de su primera comunión ellos son los protagonistas absolutos. Saben también que los regalos no son lo más importante de esta celebración. Pero son niñ@s. Y esperan impacientes esta fiesta y sus regalos.
Como en cualquier ocasión, en la que hay que hacer un regalo, la elección puede ser todo un acierto o un chasco. Lo hemos vivido todos. La mayoría de nosotros aun nos acordamos de los regalos de nuestra primera comunión. Y aunque hayan pasado 30 años, todavía sabemos cuáles eran entonces los regalos estrella.
En los años 80 el regalo súper-estrella era una minicadena con doble pletina para poder copiar y hacer nuestras propias mezclas en casetes.
No estaban mal aquellos relacionados con la última tecnología de la época como los walkie-talkies, las calculadoras Casio o aun mejor los reloj calculadora con aquellos pequeños botones que los hacían completamente inútiles, pero que nos hacían sentir como Beta en los Goonies. Ahora, en la era de la electrónica y la digitalización, cuando incluso niños pequeños saben manejar un teléfono móvil (aunque sea sólo para jugar) y viven rodeados de tablets, smartphones, netbooks, portátiles etc., es normal que pidan para su comunión videoconsolas, tablets, altavoces bluetooth, Mp4, o libros electrónicos.
No faltaban tampoco esas cámaras de foto Kodak «raca-raca», que cabían en el bolsillo, siempre que no colocaras aquellas lámparas flash de 4 disparos con forma de cubo. Actualmente sin embargo, si es una cámara de fotos, ya debería ser digital y, evidentemente, acuática para entusiasmar al niñ@.
También eran un clásico aquellas muñecas tipo nancy, vestidas de primera comunión, que ahora han sido sustituidas por las «fofuchas», muñecas realizadas con goma eva y tematizadas con el especial evento.
Sólo algunos regalos parecen ser perennes con el paso de los años. Entre los «buenos» siempre han estado las bicicletas y los balones. Y entre los menos estupendos estaban esos libros nacarados en los que tus familiares te escribían dedicatorias y que nunca terminabas de completar o aquellos juegos de compás con tiralíneas que solo usábamos para clavar la aguja y convertir las hojas en auténticos quesos gruyer. Afortunadamente estos han desaparecido aunque siguen manteniéndose otros que tampoco nos hacían entonces, ni les hacen mucha ilusión a los niños de ahora, os acordáis de aquellas placas con el nombre y el grupo sanguíneo grabado, o los crucifijos, o la cubertería con el nombre grabado…
Sea como sea el regalo que le harás a tu hijo/hija – lo que realmente importa, es que se lo pase bien el día de su primera comunión. Y que tanto tú como él/ella y sus invitados tengan una bonita fiesta.
En Posada de la Cal tenemos varios salones para celebraciones y somos expertos en organizar los convites de primera comunión, siempre respetando sus ideas y deseos.
me regalaron los walkitalkies… que recuerdos
REcuerdo que me regalarón una imitación a la super nintendo, cuando llegue a casa para jugar, resulto ser una consola con una memoria llena de juegos antiguos… que decepcion me lleve, jaja.